Con 180,6 milímetros en las últimas 24 horas, la localidad de Brinkmann, en el nordeste cordobés, constituye una muestra cabal de las fuertes lluvias que se registraron este domingo por la tarde y a lo largo del lunes, y que apuntalan las buenas expectativas para la campaña 2024/25.
Esa zona, junto al centro-norte de Santa Fe, constituye la mayor cuenca lechera no solo de Argentina sino de Sudamérica, y fue el epicentro de estas tormentas que abarcaron a casi toda la región pampeana.
En el caso de Córdoba, además de Brinkmann, otras poblaciones de la región acumularon grandes caudales: de acuerdo con la Administración Provincial de Recursos Hídricos (APRHI), Freyre sumó 148 milímetros; San Francisco, 101; La Paquita, 100; Saturnino Laspiur, 99; y Balnearia y Marull, 95.
El mapa de precipitaciones elaborado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) lo confirma: los registros más altos estuvieron en esa zona del país, junto a casi todo Entre Ríos, y también hubo importantes aportantes en territorio bonaerense.
LOS REGISTROS DE LLUVIAS A NIVEL NACIONAL
Pero las precipitaciones se extendieron por todo el territorio cordobés, alcanzando también a zonas serranas, lo que constituye una gran noticia para el caudal de los ríos.
Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) realizó un reporte de las lluvias que llegaron a la región núcleo, y también citaron a localidades cordobesas como las de mayores valores: Hernando, con 90 milímetros; y Noetinger, con 68.
No obstante, marcó su sorpresa también por los registros en las regiones lecheras. “Fuera de la región núcleo, Rafaela marcó 91 milímetros y Sunchales sorprendió con un acumulado de 144 milímetros”, precisó.
Según Florencia Poeta, del área de Estimaciones Agrícolas de la BCR, estas precipitaciones eran cruciales, ya que la siembra de soja se encontraba detenida en amplias zonas a la espera de humedad.
Así, con este aporte hídrico, se espera que las labores de siembra se reactiven en los próximos días, especialmente en áreas que venían enfrentando condiciones de humedad limitada.
Poeta agregó que las lluvias pronosticadas hasta el miércoles podrían consolidar estas mejoras, permitiendo completar la soja de primera y avanzar sobre una mayor proporción de soja de segunda. Sin embargo, el sur de la región y sectores del noroeste bonaerense aún requieren más agua para alcanzar una condición óptima.
El impacto de las lluvias también beneficia al trigo, que ya mostraba buenos rendimientos.
En zonas como el sudeste cordobés y el centro-sur santafesino, donde las cosechadoras reportaban rindes positivos en trigo, el agua caída asegura además mejores perspectivas para los cultivos en desarrollo, como el maíz temprano.
Así, el clima sigue siendo un factor determinante en una campaña agrícola que combina resultados alentadores con desafíos regionales.