El Monitor de Relaciones Insumo-Producto de septiembre 2024, elaborado por Coninagro, muestra una evolución desfavorable en varios aspectos para los productores agrícolas.
Uno de los datos más relevantes es la fuerte caída en el poder de compra de la soja frente a las maquinarias agrícolas. Según el informe, en agosto de 2024, la adquisición de una cosechadora o un tractor requirió un 41% y un 38% más de soja, respectivamente, en comparación con el promedio de los últimos cinco años, lo que refleja un encarecimiento relativo en un contexto de precios bajos para los granos.
Otro de los puntos destacados es el deterioro en la relación entre los precios de los granos y los costos de flete, especialmente afectados por el aumento del gasoil. A lo largo de 2024, la relación entre el costo de los fletes y el valor de los granos aumentó en un 140%. Un ejemplo claro es que en enero se necesitaban 162 kg de maíz para cubrir un flete de 300 km, mientras que en agosto ya se requerían 227 kg.
Esta situación afecta directamente a los márgenes de los productores, quienes ven cómo se incrementan sus costos operativos sin un aumento proporcional en el valor de sus productos.