Las empresas extrusoras argentinas se reunirán en Santa Fe, en el marco del 8° Congreso de Extrusores y Biopymes, en medio del entusiasmo que les generan mayores facilidades para incursionar en comercio exterior.
«Tenemos la suerte de que este gobierno de turno está dando muchísimas más seguridades y claridades para que industrias Pyme, como nosotros, nos dediquemos a exportar; eso nos posiciona de una manera diferente», dijo a Campolitoral Federico Albrecht, empresario del sector y miembro de la Cámara Industrial de Extrusado y Prensado Santa Fe (CIDEP). Y no implica que se «desatienda» el mercado interno, mayormente compuesto de establecimientos que alimentan animales (carne, leche, huevo), sino al contrario: sería una especie de «seguro» contra los vaivenes internos que suelen pegar en sus clientes. «Simplemente lo que vamos a lograr es que, en algunos momentos, no vamos a tener la incertidumbre sobre qué hacer», dijo, porque «hay momentos que la rentabilidad (del comprador de expeller de soja) no permite el consumo y vos quedás fuera del mercado». En esos momentos, agregó, empresas como la suya tienen que decidir si parar o seguir.
En este cuadro colabora la determinación de Senasa de certificar el aceite que producen las extrusoras como «libre de hexano», el solvente que utilizan las grandes aceiteras. «Se logró hace días nomás», celebró Albrecht. «Es una diferenciación enorme», añadió.
Por estos motivos, «nos anclamos bastante en las cosas buenas que nos pasan», sostuvo para definir el momento en el que las empresas del sector llegan a su cónclave anual en Santa Fe.
Respecto de la posibilidad de incursionar en el comercio exterior, Albrecht afirmó que hay miembros de CIDEP que ya exportaban «y ahora lo hacen con mayor fluidez». Mientras otros, como es su caso, están por comenzar. «Son cosas que nos ponen mucho más optimistas».
Sin embargo aclaró que la chance exportadora no necesariamente redundaría en una ampliación de las empresas, sino en estímulo para la «profesionalización o agregado de valor». Incluso sumó otro aliciente que los impulsa en este momento, como es el precio de la leche cruda. «Si sigue de esta forma y en un año vamos a tener 30 o 40% más de vacas en producción, seguramente habrá más demanda» indicó el empresario, que conoce bien el sector lácteo por estar enclavado en San Guillermo, una de las cuencas más productivas de la provincia. «Tienen un precio histórico en dólares, que genera muchísima necesidad de darle de comer más a las vacas para que produzcan más», afirmó. Y estimó que estas condiciones podrían ser duraderas, dado que «el mundo tiene una oferta de leche 30% menor que el año pasado».
Albrecht valoró los lineamientos económicos del gobierno nacional como «un cambio fenomenal que nos hará ver cosas muchísimo más interesantes y nos vamos a dar cuenta todo lo que podemos crecer, en muchas áreas más».