En apenas dos semanas el precio de referencia del trigo disponible en el estado brasileño de Paraná –el mayor productor del cereal en ese país– se incrementó en casi un 25%.
La razón detrás de ese fenómeno es que la cosecha que se está levantando de trigo, además de resultar menor a la esperada, está registrando importantes problemas de calidad generados por las lluvias torrenciales registradas durante la cosecha.
En ese marco, los molinos del sur de Brasil se están apurando por originar la mayor cantidad de trigo posible antes de que las partidas con calidad para panificación de acaben.
La semana pasada el organismo oficial Conab ajustó la cosecha prevista de trigo por efecto de impactos climáticos para ubicarla en 9,63 millones de toneladas versus 10,45 millones previstos un mes atrás.
El informe oficial indica que, además de la caída en la producción, en algunas zonas se registra también una caída de la calidad de los granos con bajos pesos hectolítricos que no hacen factible el empleo de trigo con destino a panificación.
Por tales motivos, Conab ajustó las necesidades de importación de trigo de Brasil en 400.000 toneladas para esta campaña, de manera tal que el número final queda en 5,40 millones de toneladas contra 4,51 millones registrado en 2022/23.
Al respecto, si bien el trigo que está siendo recolectado por los empresarios argentinos en estos días se emplea en buena medida para generar “caja”, lo cierto es que en la actual coyuntura regional los que probablemente harán mejores negocios serán aquellos que puedan “aguantar” al cereal.
Cuando Brasil agote sus reservas internas, saldrá a buscar cereal al exterior y, gracias al Arancel Externo Común (AEC), Argentina goza de una ventaja competitiva considerable para acceder a ese mercado en el ámbito del Mercosur. Lo mismo aplica para Paraguay y Uruguay, aunque ambos cuentan con una menor oferta exportable de trigo.
El último dato oficial disponible, correspondiente al pasado 8 de noviembre, indica que los productores argentinos habían vendido apenas 2,10 millones de toneladas de trigo 2023/24, de los cuales 1,04 millones tenían precio abierto (ventas “a fijar”).