El Niño reaparecerá en la primavera: qué pasa con las lluvias del otoño y el invierno

La posibilidad de que el Niño llegue para la primavera es cada vez más fuerte. El informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destacó que hay una probabilidad de ocurrencia del 65 %.

Sin embargo, la pregunta pasa por qué pronóstico se puede dar en el otoño y el invierno. En este punto, el doctor en Ciencias Atmosféricas, José Luis Aiello explicó: “Tendremos un otoño y un invierno con lluvias que se acercarán a los valores estadísticamente normales”.

Por su parte, el consultor de la BCR, Alfredo Elorriaga, comentó que esa normalidad posibilitará un tránsito más holgado hacia la primavera. “Las probabilidades de ocurrencia de un Niño ascienden a un 65%. La anomalía de la temperatura del Pacífico Ecuatorial Central (ONI) de marzo fue de -0,4°C y las proyecciones para lo que resta del año muestran una tendencia positiva”, manifestó.

Por ahora se descarta la posibilidad de un super-Niño. “Los datos actuales indican que el posible Niño será moderado. La proyección de la anomalía para el mes de octubre es de 0,99°C. Para tener un año Niño intenso, tendríamos que tener en octubre un valor de cercano a 2°C”, explicó Elorriaga.

El informe señaló que la última vez que se dio este fenómeno, en 2015, el valor del Índice Niño Oceánico (ONI) fue de 2,4 °C en octubre. Sin embargo, para junio- julio el indicador ya estaba en 1,2°C. Este año, la proyección de junio-julio del ONI está entre 0.25 y 0,45°C.

La BCR señaló que todavía hay regiones postergadas en la zona núcleo. “Nos encaminamos a un semestre frío en el cual el régimen pluvial será más generoso que los últimos dos años”, sostiene el informe.

Además, los datos reafirman que habrá un otoño y un invierno con lluvias que se acercarán a los valores estadísticamente normales. De esta manera, se posibilita un tránsito más holgado hacia una primavera en la cual las probabilidades de ocurrencia de un Niño ascienden a un 65 %.

Las lluvias de marzo se acercaron a la media estadística

El registro histórico detalla que las lluvias promedio de marzo de la zona núcleo están alrededor de los 100 milímetros. Este año, el promedio fue de 90 milímetros, pero hay zonas que superaron ampliamente los valores históricos.

“Las lluvias de marzo muestran un claro gradiente: desde el sudeste cordobés disminuyen hacia el noreste bonaerense. Colonia Almada, en Córdoba, acumulo 220 milímetros, mientras que Chacabuco, en Buenos Aires, marcó tan solo 28 milímetros. La porción central de la región y el noreste bonaerense no lograron alcanzar la media de los 100 milímetros. El caso extremo sigue siendo Pergamino que sólo acumuló 40 milímetros”, concluyó la BCR.

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