Terminó el calvario del maíz en el centro norte santafesino con 40% menos de grano y la pérdida de casi 30 millones de raciones de silo para vacas lecheras

Con el fin de la trilla y picado de los cultivos tardíos, establecido por el Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) en su reporte semanal, la producción total de maíz en el centro norte santafesino muestra el durísimo impacto que causó la sequía en la región. Versus la campaña anterior, la suma de las cosechas de maíces de primera y de segunda arroja una caída de 40% en toneladas de granos y un porcentaje similar de reducción en la confección de reservas para establecimientos ganaderos, equivalentes a 28.8 millones de raciones menos para vacas lecheras que el año pasado.

Dado que el ciclo 21/22 también se desarrolló en condiciones de sequía, para establecer una comparación contra una campaña «normal» se deben cotejar los resultados actuales con los del ciclo 2019/20. Así, las toneladas de grano disminuyeron 54% mientras se produjeron 31.7M menos de raciones de tambo (39%).

El reporte SEA de este miércoles 13 de septiembre indicó que se dio por terminada la campaña 2022-23 del maíz tardío, con una superficie sembrada de 87.500 hectáreas; un área cosechada (grano comercial) de 76.300 ha y un rendimiento promedio de 49,25 qq/ha, arrojando una producción final de 375.770 toneladas. Mientras que para el picado y ensilado de planta entera para autoconsumo se destinaron 11.200 hectáreas, que promediaron una productividad de 9 metros de bolsa por hectárea.

Según el informe, el rendimiento promedio de grano fue casi 3 toneladas menos (29,75 qq/ha) que los 79qq/ha de la campaña anterior. En tanto que el volumen de grano cosechado en cultivos tardíos resultó 176.433 toneladas (68%) inferior a las 552.203 toneladas de la campaña 2021/22.

«Los maizales manifestaron una gran amplitud de estados vegetativos, incluso en un mismo departamento, como consecuencia de las distintas fechas de siembra y debido a la particular situación que se presentó en toda el área de estudio, con relación a las escasas e irregulares precipitaciones ocurridas durante todo el ciclo del cultivo», describió el SEA.

Al sumar las 179.908 toneladas de grano que generaron los maíces de primera (51% menos que las 367.885 tn del ciclo previo), el resultado de la cosecha total de maíz en la región alcanzó a 555.678 toneladas, 364.410 menos (39.6%) que las 920.088 del ciclo 2021/22. Contra la campaña 2019/20, cuando la producción total de grano de maíz (entre los de primera y segunda) alcanzó 1.21 millones de toneladas, la caída de este año representa 658.322 tn menos, equivalentes a un 54.2%.

A analizar la producción de silo para vacas de tambo, los maíces de segunda produjeron este año -a un promedio de 9 metros sobre 11.200 hectáreas- un total de 100.800 metros de silo embolsado, 9.350 metros menos que el año pasado. A sumar los 158.200 metros que lograron los de primera (39.550 hectáreas con un rinde promedio de apenas 4 metros de bolsa cada una), el total de silo en la campaña fue 259.000 metros de bolsa; 151.850 metros menos (37%) que los 410.850 metros de 2022.

Según ensiladores profesionales, cada metro de bolsa representa 3.200 kilos de forraje y cada vaca en el tambo consume al día (según la dieta) entre 16 y 18 kilos. Así, los metros totales embolsados esta campaña representarían unas 48.8 millones de raciones (tomando 17kg/vaca/día de promedio).

Al comparar con los 410.850 metros de silo embolsado (entre maíces de primera y segunda) en el ciclo 2021/22, que representan 1.315 millones de kilos de materia verde (77.3 millones de raciones), se deduce que este año faltaron 28.5 millones de raciones (37%). Y si se coteja con los 427.650 metros de silo confeccionados en 2019/20 (1.368 millones de kilos, equivalentes a 80.5 millones de raciones), antes de la sequía, la caída alcanza a 31.7 millones de raciones (39%).

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